Hacía mucho que no se veía un
Sevilla tan sólido en un inicio de campeonato. Más bien, parecía realmente complicado hace un año que
Emery le sacara al equipo el jugo que ahora le está exprimiendo a este Sevilla. Las victorias dan confianza, y parece que la de
Turín ha insuflado de poderío a un equipo que en estos momentos la campaña pasada no sabía a lo que jugaba, encajaba goles como soles, e iba último con dos puntos de quince posibles.
Todo ello, lo bueno y lo malo, queda en el haber de
Unai Emery. Desde el club siempre se ha valorado el trabajo diario del de Hondarribia, su esfuerzo y dedicación, y su idea de vivir el fútbol las 24 horas del día. En la entidad también conocen que Unai tiene detalles a mejorar como las lecturas de los partidos, o los cambios desacertados. Todo se puede pulir. En este sentido de momento la evolución es lenta, pero el técnico ha aprendido a equilibrar sus carencias con otras virtudes. Además no sólo ha sido capaz de sacar a relucir su trabajo, la estrategia en el campo, o el rendimiento que le saca a los jugadores. También ha crecido en su mensaje al aficionado.
El sentar a
Reyes es un mensaje. No poner a
Deulofeu de inicio y dar su sitio a
Aleix Vidal significa mandar en el vestuario. Además, aunque pudo apretar más a Monchi para traer a un mediocentro creativo, el técnico se guardó las espaldas en una rueda de prensa al decir que a la plantilla le restaban varios refuerzos, en un plural bien marcado. Finalmente sólo
Kolo y Mbia arribaron a la capital hispalense. Ninguno de ellos cumplía lo que el entrenador requería.
Es nítido que el crecimiento del equipo y de
Unai Emey han ido en paralelo. Ahora, con diez puntos en cuatro jornadas, el conjunto sevillista está bien armado gracias a la planificación y al buen saber de su entrenador. Sin embargo, aunque el equipo da muy buenos síntomas en todas las parcelas del campo, todavía el centro de la defensa, la portería y ver qué ocurre cuando los partidos se atascan, despiertan algunas dudas en este Sevilla. Estos aspectos se criticaron durante el verano y seguro que dan la cara a lo largo del campeonato. Otra cosa bien distinta, es que el cuadro hispalense pueda coser los descosidos con algunos parches.
Todo apunta a que el Sevilla estará arriba. Salvo la creatividad en el centro del campo y alguna tara que aflore en la defensa, con lo que
Monchi ha fichado, a Emery le da para ganar a la mayoría de equipos que no es poco. El calendario ha sido benevolente en este inicio liguero, puede ser. Pero la regularidad se obtiene ganándole precisamente a los que son peores que tú, y en eso el Sevilla es solvente.