Cornada al técnico y al equipo y con mayúsculas. En el fútbol todo va de la mano, aunque las sensaciones que dejó el partido del Calderón invitan a pensar que Emery se equivocó mucho con el planteamiento del partido ante el Atlético de Madrid.
Los errores pueden ocurrir, un mal partido o una mala lectura del mismo es factible. Lo que no debe ocurrir es que se llegue a una rueda de prensa y se hable del presupuesto antes que realizar un poco de autocrítica. Bajo esta argumentación el Sevilla está obligado siempre a ganarle al Athletic de Bilbao. En definitiva, Unai Emery es experto en colocarse en el ojo del huracán. Gran trabajador de la plantilla, exprime a sus futbolistas al máximo, revaloriza a los jugadores, pero en los partidos de enjundía ante los grandes su bagaje es reservón de todas todas. En 55 partidos como entrenador profesional, en los encuentros ante Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid, la mayoría de ellos entrenando al Valencia y al Sevilla, el técnico de Hondarribia sólo ha logrado la victoria en siete ocasiones. Tres ante el Atlético de Madrid, cuatro frente al Real y ninguna en sus encuentros frente a los culés. Todo esto, al igual que su título de Europa League, está en el haber de Don Unai Emery.
La semana pasada escribía sobre el crecimiento de Emery en la entidad. Sin duda ha crecido con el Sevilla, ha mejorado como técnico. Sin embargo, el preparador vasco todavía tiene esas 'taras' que desde la entidad sevillistas entienden y aceptan. Probablemente, si Emery viera el fútbol desde el área técnica tal y como entrena o prepara la estrategia, el entrenador no estaría en el Sevilla.
Cuando las aficiones se quejan no lo hacen por gusto. En Valencia nunca llegaron a entender ni apreciar a Emery. Ahora, con matices, se entiende por qué. Lo que se vivió en el Calderón no es la primera vez que ocurre ni será la última.
martes, 30 de septiembre de 2014
Valladolid y Las Palmas medirán el nivel del Betis
La primera prueba de fuego, el primer envite serio para el Betis de Julio Velázquez llega el próximo domingo a las doce la mañana ante el Valladolid en Zorrilla. A pesar de las dos victorias consecutivas del cuadro verdiblanco, el Betis sigue oliendo mucho a Rubén Castro y poco a equipo. La aportación de Rennella y Molina es escasa, Cejudo y Kadir sólo han dejado detalles hasta el momento, y la defensa no da signos de firmeza. Por otro lado sigue el nivel del portero.
Con estas dudas y la efectividad arriba te da para ganar a la mediocridad de Segunda división. No obstante, ya veremos que ocurre con este plan. Así se presentará el Betis en Valladolid. Tanto Rubén Castro como Julio Velázquez aseguraban el pasado domingo que la trascendencia de los choques ante Valladolid y Las Palmas no serán trascendentes, es muy pronto para sentenciar. No les falta razón. Es muy pronto. Sin embargo, ambos encuentros pueden determinar si al Betis sólo le vale con los goles de Rubén o necesita algo más. Se verá si la defensa está a la altura (hay pocas dudas en esto), y si Ndiaye, Cejudo, y Kadir, hombres llamados a secundar con calidad, están realmente comprometidos.
Pero sin duda, Valladolid y Las Palmas medirán el plan del entrenador. Julio Velázquez, sus palabras así lo confirman, aseguró que el Betis si sabe a lo que juega. Palabras como intensidad, solidaridad, situaciones de tránsito, o buscar la desorganización del rival centraron el discurso del técnico en rueda de prensa. Ahí está el juego que el entrenador del Betis lleva planteando desde el 14 de julio con la plantilla más cara de segunda división.
Si se pierde, no será definitivo. La Segunda es muy larga y da tiempo de recomponerse. Lo cierto es que si las derrotas son calamitosas, habrá que cambiar muchas cosas. De cabo a rabo.
martes, 23 de septiembre de 2014
Emery crece al ritmo del Sevilla
Hacía mucho que no se veía un Sevilla tan sólido en un inicio de campeonato. Más bien, parecía realmente complicado hace un año que Emery le sacara al equipo el jugo que ahora le está exprimiendo a este Sevilla. Las victorias dan confianza, y parece que la de Turín ha insuflado de poderío a un equipo que en estos momentos la campaña pasada no sabía a lo que jugaba, encajaba goles como soles, e iba último con dos puntos de quince posibles.
Todo ello, lo bueno y lo malo, queda en el haber de Unai Emery. Desde el club siempre se ha valorado el trabajo diario del de Hondarribia, su esfuerzo y dedicación, y su idea de vivir el fútbol las 24 horas del día. En la entidad también conocen que Unai tiene detalles a mejorar como las lecturas de los partidos, o los cambios desacertados. Todo se puede pulir. En este sentido de momento la evolución es lenta, pero el técnico ha aprendido a equilibrar sus carencias con otras virtudes. Además no sólo ha sido capaz de sacar a relucir su trabajo, la estrategia en el campo, o el rendimiento que le saca a los jugadores. También ha crecido en su mensaje al aficionado.
El sentar a Reyes es un mensaje. No poner a Deulofeu de inicio y dar su sitio a Aleix Vidal significa mandar en el vestuario. Además, aunque pudo apretar más a Monchi para traer a un mediocentro creativo, el técnico se guardó las espaldas en una rueda de prensa al decir que a la plantilla le restaban varios refuerzos, en un plural bien marcado. Finalmente sólo Kolo y Mbia arribaron a la capital hispalense. Ninguno de ellos cumplía lo que el entrenador requería.
Es nítido que el crecimiento del equipo y de Unai Emey han ido en paralelo. Ahora, con diez puntos en cuatro jornadas, el conjunto sevillista está bien armado gracias a la planificación y al buen saber de su entrenador. Sin embargo, aunque el equipo da muy buenos síntomas en todas las parcelas del campo, todavía el centro de la defensa, la portería y ver qué ocurre cuando los partidos se atascan, despiertan algunas dudas en este Sevilla. Estos aspectos se criticaron durante el verano y seguro que dan la cara a lo largo del campeonato. Otra cosa bien distinta, es que el cuadro hispalense pueda coser los descosidos con algunos parches.
Todo apunta a que el Sevilla estará arriba. Salvo la creatividad en el centro del campo y alguna tara que aflore en la defensa, con lo que Monchi ha fichado, a Emery le da para ganar a la mayoría de equipos que no es poco. El calendario ha sido benevolente en este inicio liguero, puede ser. Pero la regularidad se obtiene ganándole precisamente a los que son peores que tú, y en eso el Sevilla es solvente.
Todo ello, lo bueno y lo malo, queda en el haber de Unai Emery. Desde el club siempre se ha valorado el trabajo diario del de Hondarribia, su esfuerzo y dedicación, y su idea de vivir el fútbol las 24 horas del día. En la entidad también conocen que Unai tiene detalles a mejorar como las lecturas de los partidos, o los cambios desacertados. Todo se puede pulir. En este sentido de momento la evolución es lenta, pero el técnico ha aprendido a equilibrar sus carencias con otras virtudes. Además no sólo ha sido capaz de sacar a relucir su trabajo, la estrategia en el campo, o el rendimiento que le saca a los jugadores. También ha crecido en su mensaje al aficionado.
El sentar a Reyes es un mensaje. No poner a Deulofeu de inicio y dar su sitio a Aleix Vidal significa mandar en el vestuario. Además, aunque pudo apretar más a Monchi para traer a un mediocentro creativo, el técnico se guardó las espaldas en una rueda de prensa al decir que a la plantilla le restaban varios refuerzos, en un plural bien marcado. Finalmente sólo Kolo y Mbia arribaron a la capital hispalense. Ninguno de ellos cumplía lo que el entrenador requería.
Es nítido que el crecimiento del equipo y de Unai Emey han ido en paralelo. Ahora, con diez puntos en cuatro jornadas, el conjunto sevillista está bien armado gracias a la planificación y al buen saber de su entrenador. Sin embargo, aunque el equipo da muy buenos síntomas en todas las parcelas del campo, todavía el centro de la defensa, la portería y ver qué ocurre cuando los partidos se atascan, despiertan algunas dudas en este Sevilla. Estos aspectos se criticaron durante el verano y seguro que dan la cara a lo largo del campeonato. Otra cosa bien distinta, es que el cuadro hispalense pueda coser los descosidos con algunos parches.
Todo apunta a que el Sevilla estará arriba. Salvo la creatividad en el centro del campo y alguna tara que aflore en la defensa, con lo que Monchi ha fichado, a Emery le da para ganar a la mayoría de equipos que no es poco. El calendario ha sido benevolente en este inicio liguero, puede ser. Pero la regularidad se obtiene ganándole precisamente a los que son peores que tú, y en eso el Sevilla es solvente.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Reyes, un recién llegado
La imagen que se ha vivido hoy en la sala de prensa del Ramón Sánchez Pizjuán es digna de mención. José Antonio Reyes y Unai Emery, dos hombres, futbolista y entrenador, que en los últimos tiempos han visto como su su relación profesional ha bajado un nivel.
Según el técnico, la presencia del canterano de Utrera ante los medios fue iniciativa del preparador de Hondarribia. Algo que le honra. El vasco ha querido actuar como si nada ocurriera y al final ha tenido que cortar la rueda de prensa debido a las numerosas preguntas que los compañeros han realizado a Reyes sobre su futuro.
Si Emery ha pecado de inocente, algo cuestionable para el que lo vea, lo que ha llamado la atención ha sido la salida de tono de Reyes al asegurar que los periodistas se lo inventan todo. Resulta extraño ver cómo un profesional del fútbol que ha jugado en grandes equipos y que tiene el culo pelao de moverse en traspasos, negociaciones, salidas y entradas, sale en rueda de prensa diciendo que los periodistas son básicamente unos mentirosos. Los habrá seguro, pero también los hay que se equivocan y trabajan bien, los hay que se enteran de todo y aciertan casi siempre. Y el caso de la carta de libertad ofrecida por parte del club a José Antonio Reyes se corresponde a este último caso.
Además, que a Reyes no se lo digan en primera persona no significa que no haya ocurrido. El Sevilla lleva dos temporadas queriéndole dar salida al zurdo de Utrera pera la negativa del jugador ante tal movimiento ha sido permanente. Si a esto se le suma que Emery ha encontrado soluciones de garantías para salvar la ausencia del extremo, y la alta ficha de Reyes, todo encaja para que dentro de no mucho, los caminos del jugador y el Sevilla se separen. Sólo falta saber si será en invierno o en junio de 2015 cuando Reyes terminará contrato.
Según el técnico, la presencia del canterano de Utrera ante los medios fue iniciativa del preparador de Hondarribia. Algo que le honra. El vasco ha querido actuar como si nada ocurriera y al final ha tenido que cortar la rueda de prensa debido a las numerosas preguntas que los compañeros han realizado a Reyes sobre su futuro.
Si Emery ha pecado de inocente, algo cuestionable para el que lo vea, lo que ha llamado la atención ha sido la salida de tono de Reyes al asegurar que los periodistas se lo inventan todo. Resulta extraño ver cómo un profesional del fútbol que ha jugado en grandes equipos y que tiene el culo pelao de moverse en traspasos, negociaciones, salidas y entradas, sale en rueda de prensa diciendo que los periodistas son básicamente unos mentirosos. Los habrá seguro, pero también los hay que se equivocan y trabajan bien, los hay que se enteran de todo y aciertan casi siempre. Y el caso de la carta de libertad ofrecida por parte del club a José Antonio Reyes se corresponde a este último caso.
Además, que a Reyes no se lo digan en primera persona no significa que no haya ocurrido. El Sevilla lleva dos temporadas queriéndole dar salida al zurdo de Utrera pera la negativa del jugador ante tal movimiento ha sido permanente. Si a esto se le suma que Emery ha encontrado soluciones de garantías para salvar la ausencia del extremo, y la alta ficha de Reyes, todo encaja para que dentro de no mucho, los caminos del jugador y el Sevilla se separen. Sólo falta saber si será en invierno o en junio de 2015 cuando Reyes terminará contrato.
lunes, 15 de septiembre de 2014
El Albacete de Chumbi
La situación del Betis cada día está más al límite con toda una Liga por delante, y para muchos con la mejor plantilla de esta pobre Segunda División. Julio Velázquez ha tardado muy poco en complicarse la vida. El encuentro del pasado domingo ante el Albacete de Chumbi deja mucho que desear, y pronto se puede vivir en Heliópolis un nuevo despido de míster si las cosas no van escribiéndose de tres en tres puntos.
Todo a apunta a que Girona no será la última estación de Julio Velázquez en el Betis, a menos que no se produzca la película que se vivió en el Toralín. No obstante, hay que ir más allá en el análisis de este equipo. Es cierto que la plantilla tiene que ofrecer bastante más, y eso es responsabilidad del entrenador, pero no es menos certero que las incorporaciones de Casado, Molinero, Pacheco o Bruno, las primeras del verano que sirvieron para halagar la planificación de Alexis Trujillo, están cada día más en cuestión.
Parece que con el fichaje de Ndiaye la plantilla y la exigencia quedaban colmadas. A Kadir y Piccini se les espera, pero mucho hay que anotar en el margen de este guión para que el Betis se recomponga. Aún así, a pesar de complicarse la vida una y otra vez lo tiene todo a su favor para arreglarlo. La afición hace bien en pitar y exigir pero no significa que abandone al equipo. Con una defensa calamitosa, (todavía se espera al central), Velázquez tiene poderío arriba como para jugar al golpe a golpe con cualquier rival de la categoría. Por ello, el no marcar y perder los partidos destapa más si cabe el plan tan limitado del entrenador.
Algo, o mucho hay que cambiar. Rubén arriba, quitar los dos pivotes, introducir a Kadir..... lo que sea para que este equipo carbure. Los hombres de fútbol sabrán qué hacer. Velázquez puede mirarse en el espejo de Emery al inicio de la temporada pasada. Los dos tenían y tienen las armas necesarias (quizás algo sobrevaloradas), para plasmar el dibujo táctico que le permita a Velázquez ganarse el pan en el Villamarín. Y si el entrenador no se da cuenta, el consejo de administración está para tomar decisiones y perder poco el tiempo. Ya el año pasado se tardó demasiado en hacer los remiendos y al final todo acabó donde ya saben.
Todo a apunta a que Girona no será la última estación de Julio Velázquez en el Betis, a menos que no se produzca la película que se vivió en el Toralín. No obstante, hay que ir más allá en el análisis de este equipo. Es cierto que la plantilla tiene que ofrecer bastante más, y eso es responsabilidad del entrenador, pero no es menos certero que las incorporaciones de Casado, Molinero, Pacheco o Bruno, las primeras del verano que sirvieron para halagar la planificación de Alexis Trujillo, están cada día más en cuestión.
Parece que con el fichaje de Ndiaye la plantilla y la exigencia quedaban colmadas. A Kadir y Piccini se les espera, pero mucho hay que anotar en el margen de este guión para que el Betis se recomponga. Aún así, a pesar de complicarse la vida una y otra vez lo tiene todo a su favor para arreglarlo. La afición hace bien en pitar y exigir pero no significa que abandone al equipo. Con una defensa calamitosa, (todavía se espera al central), Velázquez tiene poderío arriba como para jugar al golpe a golpe con cualquier rival de la categoría. Por ello, el no marcar y perder los partidos destapa más si cabe el plan tan limitado del entrenador.
Algo, o mucho hay que cambiar. Rubén arriba, quitar los dos pivotes, introducir a Kadir..... lo que sea para que este equipo carbure. Los hombres de fútbol sabrán qué hacer. Velázquez puede mirarse en el espejo de Emery al inicio de la temporada pasada. Los dos tenían y tienen las armas necesarias (quizás algo sobrevaloradas), para plasmar el dibujo táctico que le permita a Velázquez ganarse el pan en el Villamarín. Y si el entrenador no se da cuenta, el consejo de administración está para tomar decisiones y perder poco el tiempo. Ya el año pasado se tardó demasiado en hacer los remiendos y al final todo acabó donde ya saben.
miércoles, 10 de septiembre de 2014
Betis - Llagostera, primera prueba de fuego para Velázquez
Esta noche el Betis de la Copa del Rey se encuentra ante una urgencia inesperada. Tras el partido calamitoso en Ponferrada, los hombres de Julio Velázquez saltarán esta noche al césped del Villamarín con la presión de ganar a la Llagostera, un partido a priori sin tensión alguna. La primera crisis de la temporada ha germinado en un Betis que no para de generar problemas incluso cuando gana seis de seis, o ya mejor dicho, seis de nueve.
El partido de Copa servirá para ver a los menos habituales, por un lado, y por otro se examinará de nuevo a hombres que levantan muchas dudas en el seno de la afición verdiblanca. Caso del central Bruno. Pero sin duda alguna, el torneo del KO pone a prueba a Julio Velázquez, El técnico salmantino ya está al descubierto tras la marcha de su expreparador de porteros, Kike Burgos, que según el entrenador, él fue el que decidió que su amigo se marchara. También es cierto que él lo trajo al Betis. Entonces, si Velázquez lo ha echado, ¿por qué no lo echó antes?. En fin, los inconvenientes afloran en el Betis de manera sorpresiva, y hoy ante la Llagostera una sorpresa podría formar un lío y de los gordos.
Con el tema de portero sin zanjar, (habrá que ver que rendimiento ofrece a Adán sin Kike Burgos), algo que ha debilitado la figura del entrenador, la figura de Alexis también queda en entredicho. Si Julio Velázquez trajo a Kike Burgos y a los hombres de confianza, ¿no hay nadie en el Betis que sepa que Kike Burgos no es entrenador de porteros?. Todo manga por hombro.
Aún así y con todos los líos que es capaz de generar el Betis, hoy la misión es ganar si no quieren que el ambiente del domingo ante el Albacete sea insoportable. Hoy habrá oportunidad de ver a Kadir, a Bruno de nuevo, que es capaz de ofrecer Rennella, y esperar que todo salga como Dios manda.
El partido de Copa servirá para ver a los menos habituales, por un lado, y por otro se examinará de nuevo a hombres que levantan muchas dudas en el seno de la afición verdiblanca. Caso del central Bruno. Pero sin duda alguna, el torneo del KO pone a prueba a Julio Velázquez, El técnico salmantino ya está al descubierto tras la marcha de su expreparador de porteros, Kike Burgos, que según el entrenador, él fue el que decidió que su amigo se marchara. También es cierto que él lo trajo al Betis. Entonces, si Velázquez lo ha echado, ¿por qué no lo echó antes?. En fin, los inconvenientes afloran en el Betis de manera sorpresiva, y hoy ante la Llagostera una sorpresa podría formar un lío y de los gordos.
Con el tema de portero sin zanjar, (habrá que ver que rendimiento ofrece a Adán sin Kike Burgos), algo que ha debilitado la figura del entrenador, la figura de Alexis también queda en entredicho. Si Julio Velázquez trajo a Kike Burgos y a los hombres de confianza, ¿no hay nadie en el Betis que sepa que Kike Burgos no es entrenador de porteros?. Todo manga por hombro.
Aún así y con todos los líos que es capaz de generar el Betis, hoy la misión es ganar si no quieren que el ambiente del domingo ante el Albacete sea insoportable. Hoy habrá oportunidad de ver a Kadir, a Bruno de nuevo, que es capaz de ofrecer Rennella, y esperar que todo salga como Dios manda.
lunes, 8 de septiembre de 2014
La Copa examina a Kike Burgos
Si hay algo sabido por todos en el mundo del fútbol es que no se debe elevar nada a definitivo. Tras el desastre en el Toralín del Betis, adornadas con las polémicas declaraciones de Adán aludiendo al mejorable trabajo del entrenador de porteros Kike Burgos, la semana en el club verdiblanco será mejor que se olvide lo antes posible. Ahora llega la Copa del Rey ante el Llagostera, miércoles a las 20:00, y el guardameta Dani Giménez tendrá su oportunidad.
En el inicio liguero se ha visto con claridad, que el nivel de Adán no es ni de lejos el mismo con el que arribó al Villamarín. Tras sus frases en Radio Marca Sevilla destapando las carencias del trabajo de Kike Burgos todo se ha alterado bastante. Presumiblemente, Velázquez optará por Dani Giménez para que ocupe los palos en el duelo copero. Si el nivel del ex del Alcorcón es aceptable y realiza una buena actuación, los argumentos de Adán caerán por su propio peso.
En la previa del Ponferradina-Betis, Julio Velázquez aseguró que en su equipo no había estrellas, que la "estrella era el grupo", y que en el once titular no habría nadie por el sueldo que ganara, la edad que tuviera, o los años que hubiese firmado. Adán es uno de los pesos pesados en el vestuario, es el mejor portero de la plantilla pero ahora no está bien. Si Dani Giménez se muestra capaz ante el Llagostera, se abrirá el debate de quién deberá ser titular ante el Albacete el próximo domingo. Si esto ocurre habrá que ver de que pasta está hecho el entrenador.
Es cierto que Adán avisó en el club hace un mes que su preparación dejaba mucho que desear y que en su queja busca su bien personal y al mismo tiempo el de su equipo. Sin embargo, si Dani Giménez es resolutivo en la Copa del Rey, puede llegar también su turno en la Liga. Adán viene del club más exigente del mundo y vivió en sus propias carnes el culebrón de Casillas vs Mourinho. Ahora sus palabras contra Kike Burgos puede destaparlo si Dani Giménez cuaja una buena actuación. Adán apeló a la profesionalidad para quejarse. En los equipos importantes, cuando no estás bien y el compañero si lo está, lo profesional es que el malo, o el que está menos en forma se quede en el banquillo. El miércoles se verá el estado de forma de Dani Giménez y entonces, los minutos le darán o le quitarán la razón a Antonio Adán. Si Dani Giménez tampoco está afortunado, habrá que pensar en colocar un entrenador de porteros que haya ejercido alguna vez.
En el inicio liguero se ha visto con claridad, que el nivel de Adán no es ni de lejos el mismo con el que arribó al Villamarín. Tras sus frases en Radio Marca Sevilla destapando las carencias del trabajo de Kike Burgos todo se ha alterado bastante. Presumiblemente, Velázquez optará por Dani Giménez para que ocupe los palos en el duelo copero. Si el nivel del ex del Alcorcón es aceptable y realiza una buena actuación, los argumentos de Adán caerán por su propio peso.
En la previa del Ponferradina-Betis, Julio Velázquez aseguró que en su equipo no había estrellas, que la "estrella era el grupo", y que en el once titular no habría nadie por el sueldo que ganara, la edad que tuviera, o los años que hubiese firmado. Adán es uno de los pesos pesados en el vestuario, es el mejor portero de la plantilla pero ahora no está bien. Si Dani Giménez se muestra capaz ante el Llagostera, se abrirá el debate de quién deberá ser titular ante el Albacete el próximo domingo. Si esto ocurre habrá que ver de que pasta está hecho el entrenador.
Es cierto que Adán avisó en el club hace un mes que su preparación dejaba mucho que desear y que en su queja busca su bien personal y al mismo tiempo el de su equipo. Sin embargo, si Dani Giménez es resolutivo en la Copa del Rey, puede llegar también su turno en la Liga. Adán viene del club más exigente del mundo y vivió en sus propias carnes el culebrón de Casillas vs Mourinho. Ahora sus palabras contra Kike Burgos puede destaparlo si Dani Giménez cuaja una buena actuación. Adán apeló a la profesionalidad para quejarse. En los equipos importantes, cuando no estás bien y el compañero si lo está, lo profesional es que el malo, o el que está menos en forma se quede en el banquillo. El miércoles se verá el estado de forma de Dani Giménez y entonces, los minutos le darán o le quitarán la razón a Antonio Adán. Si Dani Giménez tampoco está afortunado, habrá que pensar en colocar un entrenador de porteros que haya ejercido alguna vez.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)